Píldoras Antropológicas

IDENTIDAD

Muy de acuerdo con esto. Por poner un ejemplo, cuando una persona que ha sido diagnosticada con autismo asperger y se le alimenta la idea de que «es» asperger, construye una identidad hermética, impermeable, que gira en torno a esta categoría. Lo que produce esta identidad cerrada es una serie de reacciones tanto personales (en el autoconcepto y en la construcción de limitaciones personales basadas en la experiencia con la «otredad»), como familiares (en construir un ecosistema basado en las limitaciones y en las dependencias) y sociales (fabricando aulas y centros de atención específica para introducir a grupos de personas con la misma identidad social, en muchas ocasiones desde una orientación clínica y permanentemente terapéutica).

Sin embargo, las personas que han sido diagnosticadas con autismo asperger tienen múltiples identificaciones. Aparte de con el propio autismo asperger, también se identifican con el resto de cosas con las que se identifican los humanos: el deporte, la política, el anime, la conducción, la alimentación, la religión, los pokemon, el cine de los 80, etc.; ser deportista, cinéfilo, político, conductor de trenes, motorista, futbolista… e incluso otras categorías identificativas del yo y del ser: ser amable, divertido, gracioso, empático, agradecido, competente, trabajador, etc.

Las identidades herméticas, en casi todas las ocasiones construidas culturalmente, tienen la tendencia a invisibilizar o solapar otro tipo de identificaciones (también construidas culturalmente) que permiten elaborar discursos sobre conceptos del «yo» más proclives a las semejanzas entre humanos, más inclusivas, menos excluyentes y estigmatizantes. En esta cosa de las categorías esencializadas el Estado es un especialista. Los humanos no tienen identidad, tienen múltiples identificaciones, que a su vez son fluidas y móviles. La identidad es un reduccionismo con influencias limitantes como en este caso de las personas que han sido diagnosticadas con autismo.

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UN PASO ATRÁS