¿QUÉ ES LA ANTROPOLOGÍA? ¿PARA QUÉ SIRVE LA ANTROPOLOGÍA?
Voy a iniciar este escrito dándole la razón al profesor Enrique Ramalle cuando, en la primera clase de la primera asignatura del primer curso de antropología al que asistí, el profesor comenzó diciendo que se puede encontrar una definición distinta de antropología por cada antropólogo al que le preguntes.
En mi caso, he estado durante unos años evitando conceptualizar esta disciplina bajo el punto de vista de Ramalle, finalmente sin mucho éxito, aunque todavía con interés en favorecer la causa.
Si eres estudiante de Antropología Social y Cultural puede que te interesen estas palabras, al igual que si ya has avanzado en el Grado, e incluso si simplemente eres una persona curiosa a la que le va esta movida de los seres humanos.
Aquí voy a intentar responder a las habituales dudas y problemas de conceptualización que se tienen cuando todavía no se dispone del conocimiento suficiente para definir y ubicar al antropólogo en un puesto de trabajo cotidiano que, por cierto, es una pregunta que no es tan sencilla de responder y que es bastante habitual en el mundo laboral; por ejemplo, en el universo de la educación y de la escuela que es a lo que me he dedicado en la última década.
Cuando te preguntan la formación y contestas “Antropólogo”, no es inusual que a continuación curioseen o directamente te pregunten “¿pero eso para qué sirve”?
Cuando se dan estos casos, bajo mi punto de vista es el momento de hacer algo bueno por la Antropología. La realidad es que es una pregunta cuya respuesta puede perjudicar la imagen de esta disciplina o por el contrario defender una posición sólida y solvente.
Por poner un ejemplo, en una ocasión me lo preguntaron en una entrevista de trabajo relacionada con la educación y la escuela. La respuesta fue satisfactoria para las entrevistadoras hasta el punto de interesarse por emplear unas horas de la jornada en prácticas desde una visión antropológica que consistía en solicitar permisos para observar una escuela con el propósito de “acercarla” a los usuarios de esa empresa en lugar de invertir todo el tiempo en tratar de “adaptarlos” a la misma. Una hora antes de la entrevista no se habían planteado probar estos aspectos en base a una perspectiva analítica antropológica.
En otras ocasiones no he estado tan acertado al responder “¿pero para qué sirve un antropólogo?”, y sobre todo he de decir que en mi caso tengo que responder mucho a la pregunta también en contextos más informales, donde tal vez un par de cubatas no ayuden. Considero que por una parte es mi responsabilidad el hallar una respuesta satisfactoria en los distintos entornos laborales donde se puede ejercer y, por otro, efectivamente, puede que todavía exista un error de definición en la práctica antropológica que dificulte su accesibilidad para cualquiera; y cuando digo para cualquiera me refiero a cualquiera, desde una madre a un abogado o al panadero.
La definición accesible es plena y absolutamente imprescindible debido a que la antropóloga se va a encontrar realizando trabajo de campo y dando explicaciones a todos y cada uno de los informantes que participen en una investigación, y estos no siempre van a tener que ver con la pertenencia a la formación académica universitaria, por ejemplo, donde tal vez les hayan explicado algunas nociones; en ocasiones son niños, ancianos que han ido perdiendo funciones cognitivas, personas con las que no compartes idioma y la comunicación no es fluida, etc.
Sin más rodeos voy a señalar algunos ejemplos y acercamientos conceptuales a la antropología.
El primero va a ser directamente de la Wikipedia:
La antropología (del griego ἄνθρωπος ánthrōpos, «hombre (humano)», y λόγος, logos, «conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral, de sus características físicas como animales y de su cultura, que es el rasgo único no biológico. Para abarcar la materia de su estudio, la antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias sociales y las ciencias naturales. La aspiración de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la actualidad, la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
¡¡Toma ya!!
Os juro que yo leo esto y digo: “Hostia, ¿y yo hago todo eso? Joder soy la bomba” Aunque ya os digo que en una entrevista de trabajo donde puedes hacer aportaciones claras a los objetivos y finalidades de una empresa, como les soltéis esta retahíla, se les va a quedar el culo torcido. Tal vez os den una palmadita en la espalda cuando les digáis que provienes de la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral; integralmente no vais a ser contratados.
Con todo esto me refiero al universo laboral no académico por supuesto. Si queréis conseguir una beca para investigar y depende de la universidad, cuantos más conocimientos científicos se demuestren, de entre otras cosas, más oportunidades se tendrá de causar el efecto necesario para acceder a la panoja.
Voy con otra definición. En esta ocasión proviene de la página de la ASAEE (Asociación de Antropología del Estado Español):
La antropología estudia la diversidad de las realizaciones socioculturales del ser humano, incluida la emergencia misma de los humanos en sus entornos ecológicos. La antropología no está limitada en su objeto específico. Toda realidad pertinente para la comprensión de lo humano puede formar parte de su campo de investigación. Por ello, los antropólogos están habituados a la flexibilidad de los enfoques teóricos.
Bueno esto es sólo una pequeña parte. Hasta aquí, si soy el empresario que ofrece una oferta de trabajo y al que trato de convencer de que la Antropología es la pomada y el antropólogo tiene unas habilidades y conocimientos que le van a hacer ganar dinero. Si lo hago a partir de una definición semejante en el caso de que me pregunte “pero ¿qué es la antropología?” y, creedme cuando digo que lo van a hacer en muchas ocasiones, tanto empresarios como personas “de a pie”; en fin, si intento abundar en estas descripciones va a ser difícil producir interés a mi parecer, porque realmente no se concreta nada.
La otra parte que continua de la definición de la ASAEE es la siguiente:
Su formación consiste normalmente en un cuerpo de teoría clásica que, progresivamente, se va especializando en algún área concreta de interés. En la actualidad, estas áreas son innumerables: procesos económicos, técnicas y tecnologías, formas de conocimiento, prácticas lingüísticas, formas simbólicas, políticas, religiosas, jurídicas, educativas, escenarios corporales y subjetivos, formas de estructuración social según diferencias étnicas, de género, etcétera. En cualquiera de estos campos —entre muchos otros—, los antropólogos intentan ampliar el conocimiento acerca de cómo los seres humanos producen sociedad y cultura.
Pues bueno, algo más se puede rescatar, porque ya habla de especializaciones. Aunque de la misma manera no concreta nada. Yo abogo por llevar la descripción a la concreción máxima, hasta el punto que la persona que tienes delante y que te puede proporcionar un empleo entienda a la perfección qué es lo que haces y cómo puede integrar esa práctica en sus proyectos.
En fin, se pueden encontrar mil definiciones, directamente de antropólogos concretos de los All Stars de la Antropología, aunque desde mi punto de vista van en una dirección semejante modificando pequeños matices. En mi opinión, cuanto antes extraigáis vuestra propia concreción referente a la disciplina antropológica y a sus funciones laborales en base a una síntesis precisa de todo esto, antes podréis ofrecer resultados “reales” en vuestro sector concreto de interés.
Abundando un poco más a la hora de intentar despejar la pregunta “¿Qué es la Antropología”?, en versiones audiovisuales que permiten introducir otros componentes como las imágenes que favorezcan esta causa también se puede encontrar material. Como por ejemplo el siguiente, que me ha parecido preciso para este fin. Si dispones de 8 minutillos puede ser interesante. Y si no puedes saltar directamente al minuto 6:45 donde responden directamente a la pregunta.
En mi caso particular me quedo exactamente igual. El vídeo está curradete y ejemplifica bien todo esto de lo que estoy hablando. Sin embargo, en esta ocasión, se continúa cayendo en estas descripciones que favorecen conceptualizaciones demasiado abstractas, “A la Antropología, respecto a las relaciones humanas, nada le es ajeno”.
Pese a que esto lleva parte de razón, es una conceptualización que los estudiantes se van a encontrar en todo momento, y que creo que le hace flaco favor a la disciplina para aquellas personas que tras finalizar un Grado quieran tener dedicación profesional. Vamos, ganarse las habichuelas con la Antropología. Estas conceptualizaciones te dejan desarmada en una conversación donde se requiere de precisar lo que se puede hacer en las 8 horas laborales.
Hay más de esto, ya opcional para quién tenga tiempo por delante. En realidad hay mil:
Si lo llegas a ver, vas escuchar más o menos lo que vengo diciendo. Por un lado, explica de una manera conceptual de dónde viene, cómo se comprende, o en qué consiste esto de la Antropología. Por otra parte, dificulta mucho la tarea explicativa a los informantes en el campo, o a un posible jefe.
Si se me permite el chiste, cuando en una conversación de la que puedes sacar partido laboral, o una entrevista, o un lugar donde se puedan ampliar las redes de trabajo, cuando se defiende la antropología desde estos esquemas, me da que cuando el antropólogo no está delante las personas se dan golpecitos con el codo diciéndose al oído “esto me huele a humanidades”.
Hasta aquí a nivel laboral. Si por el contrario te interesa la antropología sin entrar únicamente en el nivel académico pues puedes seguir mi página :) actividadantropologica.com
Si estudias antropología simplemente por una cuestión personal, o como se suele decir para el “desarrollo personal”, para “crecer como persona”, pues entonces Antropología Social y Cultural es tu Grado. En este sentido la satisfacción puede ser muy elevada según múltiples personas que lo finalizan. Considero que es cierto que tiene el potencial para “cambiarte la vida”. Al menos cuando lo finalizas puedes conseguir comprender el mundo de una manera muy distinta a como lo hacías antes de empezar (también dependiendo de cada caso). La profundidad de su producción teórica puede abarcar distintos ámbitos donde tras finalizarla poder continuar indagando sin límite.
Como un Grado para incorporar nuevos conocimientos por una cuestión de satisfacción personal no tengo nada que decir, ningún “pero”.
Por otra parte, está el paradójico etnocentrismo de los antropólogos. Aunque en este caso tal vez se encuentre en mayor medida entre los aspirantes a antropólogos.
Si rebuscáis por internet, en páginas web, en foros, en redes sociales, en grupos como en Facebook, encontraréis una asociación directa y casi permanente de la Antropología con videos y fotos como estas:



Pues eso, representar mediante el mecanismo oficial del grupo, foro, web, etc., la foto de cabecera, la “portada”, a gente de diferentes colorinchis, indígenas, hogueras, símbolos tribales, tribus, etc.
En mi caso decir que esto no tiene “nada” que ver con la Antropología actual. Sí, sí, nada que ver.
Comprendo que la visión esencializada de “lo tribal” sea muy atractiva para soñar con ser Malinowski en las islas Trobriand. Lo que ocurre es que la asociación entre lo tribal y la antropología forma parte de sus inicios en contextos coloniales. Sin embargo, hay mucha gente que continúa pensando que la Antropología es algo así como el estudio de las tribus, de los grupos minoritarios, de lo “exótico”. Exotismo y Antropología van de la mano tan sólo en el poder simbólico de su atractivo. No os será difícil encontrar antropólogos o aspirantes que en seguida introduzcan elementos estéticos “exóticos” a su imagen corporal.
Cabe destacar a este respecto que de entre las técnicas del antropólogo etnógrafo existen algunas diseñadas específicamente para eliminar la búsqueda del exotismo en las investigaciones, como por ejemplo el “extrañamiento”. La búsqueda de lo exótico en el trabajo antropológico responde a la perpetuación de éste paradójico etnocentrismo.
La Antropología Social y cultural estudia reglas convencionales con las que las personas se relacionan, procesos sociales en contextos concretos, trata de localizar y triangular estos procesos con el ánimo de producir resultados teóricos o prácticos en espacios sociales muy específicos. A la Antropología Social y Cultural lo mismo le da que estudies estas reglas convencionales en la danza de la lluvia hopi que en el geriátrico de tu barrio.
El color de la piel, la esencialización de los elementos estéticos de un grupo, los rasgos fenotípicos, los instrumentos “exóticos”, etc., no es la Antropología per se; algunos de estos elementos sirven para comprender procesos sociales a través de subdisciplinas como la Antropología del Cuerpo, pero lo interesante de aquí no es la reificación de los objetos de imagen, sino los procesos socioculturales que están detrás de todo eso.
De modo que hacer antropología en un geriátrico y además poder ganar un sueldo de ello responde a la capacidad de hacer y/o explicar un proyecto que informe de un estado de la cuestión a través de un marco teórico, de objetivos y de instrumentos metodológicos mediante los cuales alcanzarlos. Para esto es necesario tener en cuenta que es necesario obtener un resultado tangible, que el empleador pueda “saborear”. Es aquí donde está la verdadera dificultad del antropólogo para conseguir trabajo.
Lo primero que una clara mayoría de gente sabe lo que es una abogada pero no una antropóloga, y esto ocurre también en el mundo empresarial, instituciones y administración pública. De modo que una parte de la responsabilidad de esto la tiene la institución antropológica, la academia, que no termina de visibilizar y posicionar al antropólogo laboralmente. La otra parte la tienen los antropólogos a nivel individual.
Para acabar este artículo y terminando por dar la razón a Enrique Ramalle, para mí la Antropología Social y Cultural es una disciplina con una complicada pero no imposible integración en el universo laboral ajeno al entorno académico y la docencia, que se dedica a analizar las relaciones entre las personas y entre las personas y las instituciones que les afectan en contextos determinados. La antropóloga concreta tiene la capacidad de investigar estos procesos sociales en campos de conocimiento y profesiones determinadas con el fin de informar del funcionamiento de los mismos, produciendo datos de gran valor a la hora de intervenir con un posible propósito de cambio en dichos contextos.
A nivel más concreto considero que tanto estudiantes como antropólogos, pero sobre todo estudiantes deben ir encontrando cuanto antes una subdisciplina en la que centrar toda su creatividad y dónde volcar su esfuerzo. Esto se puede realizar en todos los trabajos que vayan pidiendo en las distintas asignaturas, orientando los ensayos y artículos hacia un campo concreto, así como los proyectos de antropología aplicada que se vayan solicitando.
Voy con el mío, la educación y la escuela.
La Antropología Social y Cultural es una disciplina que forma a antropólogos de la educación y de la escuela para investigar y analizar el concepto de educación en diferentes dimensiones y contextos, tanto en el interior de la escuela como en otros espacios donde se encuentran los «aprendizajes periféricos» como los entornos domésticos y sociolaborales.
A partir de ahí, a través de los datos que una antropóloga produce se pueden orientar y dirigir proyectos con el propósito de transformar una realidad por otra más satisfactoria para las partes implicadas, como las familias, los profesionales de la escuela o el mercado laboral.
Como por ejemplo la incorporación escolar de los distintos colectivos que han atravesado un proceso migratorio en un enfoque propositivo; los modelos y espacios de aprendizaje que ofrece la escuela y las concordancias con los modelos de las familias que pertenecen a la misma, y la capacidad de encontrar un mayor número de enlaces entre sí y puntos en común. La investigación de expectativas formativo-laborales de una zona barrial localizada y la oferta escolar de los centros de referencia, con el propósito de ampliar la recepción escolar de las motivaciones y disposiciones generales y favorecer el aumento de comportamientos asimilados positivamente en la escuela una vez producidos un mayor número de espacios de interés teórico y práctico. Y así un largo etcétera.
La Antropología Social y Cultural es esto para mí en el nivel más preciso que puedo “vender” como opción laboral: “La Antropología Social y Cultural es una serie de técnicas y conocimientos que capacitan a profesionales para analizar y comprender entornos de interés donde se producen actos de socialización humana, y donde pueden ser aplicadas con ánimo de mera observación, o de protección, e incluso de transformación de los mismos».
¿De qué manera te puede dar de comer a tí la Antropología Social y Cultural?